Inspirada en la biodiversidad que caracteriza a su pueblo, doña Bethy Uribe traza las últimas pinceladas de una tángara lorito sobre un mural que embellece la entrada del corregimiento Santa Luisa, a donde llegan los turistas que visitan las montañas y cañones del río Amaime, en el municipio El Cerrito.
A pocos kilómetros, sobre la misma Cordillera Central, don Bolívar Quintero prepara un tinto en su posada ‘La Florida’, para ofrecer a los aventureros que recorren los bosques de frailejón y los prados húmedos del Páramo Valle Bonito, a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
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