En el mundo, se producen alrededor de 370 millones de toneladas de plástico al año, de las cuales más del 50% corresponden a plásticos de un solo uso, comúnmente considerados desechables. Esta percepción ha llevado a muchas personas a descartarlos sin mayor consideración, contribuyendo a la acumulación de micro y nanopartículas en el medio ambiente. Los efectos de estas partículas en la salud aún están siendo investigados, lo que refuerza la necesidad de encontrar alternativas sostenibles.
Ante esta problemática, los bioplásticos han surgido como una opción más amigable con el medio ambiente. Sin embargo, aún enfrentan retos significativos, como desarrollar materiales que funcionen como barreras efectivas contra la humedad, los líquidos, el oxígeno, las grasas y los aceites.
Para abordar estos desafíos, la profesora Luz Marina Flórez Pardo, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas, viajó a Francia para realizar una estancia corta de investigación en la Escuela Pagora, adscrita a la Universidad de Grenoble.
Esta experiencia fue cofinanciada por Icetex, a través del programa Expertos Internacionales, y le permitió a la profesora explorar posibles soluciones para mejorar la aplicación comercial de bioláminas y otros materiales desarrollados por la Spin Off Nateco S.A.S.
«Esta estancia ha sido muy importante para mí y para Nateco S.A.S, ya que obtuve unas pruebas preliminares que permiten plantear soluciones para que las bioláminas y los productos de la biomasa moldeable tengan barrera a líquidos y a la humedad, para que tengan una mejor salida comercial», comenta Luz Marina.
Cabe resaltar que, en colaboración con el profesor Julien Brass, se realizaron evaluaciones preliminares de las bioláminas utilizando diferentes métodos y elementos barrera. Los resultados de estas investigaciones están en proceso de análisis y podrían marcar un avance significativo en el uso comercial de estos materiales sostenibles.
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