Ocupar un lugar en el campo de la educación superior implica enfrentarse a la presión de evolucionar constantemente. La UAO ha asumido este reto y ha dado un paso clave en su historia al renovar su marca institucional, lo cual, más allá de ser un cambio estético o netamente visual, es el reflejo de la búsqueda de una educación innovadora y adaptada a las necesidades de una nueva generación de estudiantes. Generación que exige una formación dinámica, flexible y modernizada.
Realizar un cambio de marca no es un proceso sencillo, y mucho menos injustificado. Los jóvenes que hoy ocupan las aulas de la Universidad han crecido en un entorno altamente digitalizado, mediado por una globalización que ha generado nuevas formas de desarrollar y aplicar conocimiento. La UAO ha sido veloz en entender que la transformación de sus metodologías no podía desarrollarse sin una manifestación que marcara el antes y el ahora.