Medio: El País
La fundación de la Universidad Autónoma de Occidente, Fundautónoma, se ha convertido en un espacio para la integración de múltiples niños y niñas en el Oriente de la ciudad.
La construcción del tejido social se hace de diferentes formas, algunas organizaciones lo hacen a través del arte, otras por el deporte, pero si hay algo innegable es que los niños y niñas, son la población ideal para transformar las realidades de los territorios.
El Oriente de Cali es una de las zonas que más ha sufrido el impacto de la violencia debido a organizaciones criminales que recluían jóvenes en condición de vulnerabilidad para su actuar delictivo, a su vez, en esta zona de la ciudad, es donde se concentra un gran número de familias desplazadas por la violencia y población migrante que llegaron a la capital del Valle en búsqueda de oportunidades.
Teniendo esto en cuenta, la Universidad Autónoma de Occidente, en su sentido de responsabilidad social y de impactar a la población vulnerable de la ciudad, instaló en la Comuna 13, Oriente de Cali, la sede de su fundación Fundautónoma, la cual, en su visión social, está abierta para niños, niñas, jóvenes y adultos, donde pueden participar de actividades lúdicas y obtener un sentido de la responsabilidad social y ambiental.
“La fundación es un espacio de encuentro con la comunidad donde tenemos una serie de actividades lúdicas, recreativas y formativas para niños jóvenes y adultos, sus instalaciones son el lugar donde realizamos construcción de tejido social” afirmó Mayerli Ángulo Solís, gestora comunitaria, de Fundautónoma.
A la fundación a diario se acercan decenas de niños y niñas con la finalidad de leer, cantar, correr, aprender a tocar distintos instrumentos, hacer sus tareas del colegio y divertirse.
Dentro del grupo de infantes que frecuentan sus instalaciones, se encuentran varios niños y niñas migrantes provenientes de Venezuela los cuales han encontrado un lugar seguro donde pueden aprender y hacer amigos de su edad. Pedro Vargas, de siete años, es uno de estos niños que frecuenta Fundautónoma a diario, al preguntarle sobre el porqué lo hace, dijo: “ Me gusta mucho estar en la fundación porque me enseñan a leer, a dibujar, tocar instrumentos… muchas cosas bonitas, también, puedo compartir con mis amigos y jugar´!
Al preguntarle acerca de los retos de acoger a niños pertenecientes a la población migrante, Mayerli Ángulo, aseguró que la Fundautónoma es un espacio que trabaja con niños y niñas sin importar su nacionalidad o etnia. “Para nosotros ha sido un gran desafío poder atender a esta población en el sentido de que ellos puedan volver a creer en las posibilidades”, dijo.
Asimismo, Ángulo aseguró haber encontrado niños y niñas migrantes que aún tienen una ausencia y falta de acompañamiento en su educación y alimentación, y por ende se les brinda el apoyo acompañamiento necesario para hacerlos parte de procesos formativos, recreativos y lúdicos en los cuales se puede apreciar la trascendencia de migrar y empezar de cero, como algo valioso en su proceso de integración y autorreconocimiento.
Mayerli Ángulo es una de las gestoras comunitarias que tiene Fundautónoma al cuidado a de los niños y niñas que visitan la fundación. Las instalaciones de Fundautónoma están ubicadas en el barrio Poblado II.