Santiago Lozano, docente del programa de Cine y Comunicación Digital de la Universidad Autónoma de Occidente y director de la película ‘Siembra’, fue seleccionado por la Cinefondation del Festival de Cine de Cannes, para ocupar uno de los seis puestos en la sesión 36 de la Residencia de Verano en París. 

“Como guionista, uno siempre está buscando lugares y espacios, donde pueda aislarse y tener una dedicación absoluta a la escritura en ese proceso creativo. Estos espacios empiezan a convertirse en la hoja de vida de la película, le da un valor agregado a la escritura del proyecto”, afirma el docente.

Desde el año 2000, la Cinéfondation ha abierto una residencia artística que organiza dos convocatorias anuales para seis cineastas de todo el mundo. Para postularse a la convocatoria, Santiago envió al jurado calificador su primer largometraje ‘Siembra’, junto con una nota de intención sobre su nueva película.

“Envié mi hoja de vida, filmografía previa, y el tratamiento audiovisual de la nueva historia. Cinefondation hace una preselección de 12 personas, quienes presentamos una entrevista vía ‘Skype’ con los cuatro jurados. Ellos me preguntaron sobre la historia, el tratamiento audiovisual que me imaginaba en ese momento y sobre mis avances desde el día que apliqué hasta la actualidad y ¿qué me proponía escribir durante la Residencia? Ese mismo día me llamaron para notificarme que había quedado”, indica el director.

Durante su estadía de cinco meses en la ‘Ciudad Luz’, Santiago se dedicará a la escritura del guion de su segundo largometraje, el cual se desarrollará con el apoyo de la Universidad Autónoma de Occidente. “Está película nace de una necesidad de encuentro con una de las regiones más explotadas y abusadas de Colombia, y un personaje que en su cuerpo encarna ese lugar de explotación y abuso, y en su voz representa el llanto y la resistencia de la tierra”, sostiene Santiago.

Sobre la Residencia  en Cannes

La Residencia de Verano le permite a Santiago reunirse con profesionales de la industria cinematográfica que visiten Paris, participar en festivales de cine como el de Rotterdam, Locarno, Cannes. Además de acceder a los mercados de coproducción, con el objetivo de conseguir financiación y apoyo para el desarrollo de su largometraje.

“La Residencia le permite al cine colombiano acceder a las posibilidades de tener escenarios de co-producción en Francia, que es una industria importante y permite crear alianzas y vínculos de co-producción con países en desarrollo de su cinematografía”.

En esta versión 36 de la Residencia, otro colombiano, fue escogido para acceder a la estadía en París. Se trata del director caleño César Acevedo García director de la película ‘La tierra y la sombra’, ganadora de la Cámara de Oro del Festival de Cannes 2015.

Los dos colombianos, junto a Min Bahadur Bham de Nepal, Mariam Khatchvani de Georgia, Sara Kern de Eslovenia, Chia-Hsin LIU de Taiwán, comenzarán su residencia el próximo primero de marzo y la concluirán el 17 de agosto.

 Otros cineastas colombianos que han sido elegidos por la Cinefondation han sido Oscar Ruíz Navia, director de ‘Epifanía; Rubén Mendoza, realizador de ‘Señorita María’ y William Vega, quién en el 2013 desarrolló el guion de ‘Sal’ durante su estadía.

“La Residencia permite que en nuestro país siga enriqueciéndose las miradas en el cine, no solo en termino de temáticas, sino también, el hecho de ver más directores colombianos permite crear un ambiente de debate en términos de, ¿hacia dónde llevar el apoyo al cine colombiano? y generar nuevas políticas en el cine”, puntualiza el docente Autónomo.

Sinopsis de la nueva película que desarrollará Santiago en Cannes

‘Guajiro’ es un hombre afro descendiente de 55 años. Vive a las orillas del río San juan, en medio de la Selva Chocoana, en el occidente de Colombia. Desde pequeño aprendió las artes de los rituales mortuorios heredadas de sus ancestros, antiguos esclavos africanos. Acompaña a los muertos en su camino hacia el descanso eterno, vistiendo su tumba, embalsamando los cuerpos, rezándoles y cantándoles.

“Esta película representa mi deseo por sumergirme en un viaje hacia el mundo de los muertos. Un descenso hacia la selva, que en efecto es ascenso por la montaña para acudir a la cita de mi personaje con su muerte”,finaliza Santiago Lozano.